Del 1 al 5 de febrero se celebró la semana de la moda en Barcelona. El escenario elegido para presentar las colecciones del otoño-invierno 16/17 fue la Casa de la Llotja, dónde distintas marcas y diseñadores de la escena catalana mostraron todas sus novedades al público asistente.
Entre escenarios del gótico catalán, looks atrevidos y dinámico street style arrancó, como de costumbre, la decimoséptima edición de la pasarela 080 Barcelona Fashion.
Y es que no hay nada mejor que ver la moda en primicia para captar la información visual de los tejidos, de las tendencias y del espectáculo. Así mismo se abrió uno de mis desfiles favoritos “Eight” del diseñador Miquel Suay cargado de espectáculo, de mucho espectáculo.
Tras apagarse las luces y encenderse los focos, los asistentes al desfile ya estábamos ansiosos por presenciar un magnifico fenómeno visual y sonoro.
Fuimos sorprendidos por una “performance” inspirada en la danza contemporánea de IronSkulls, repleta de bailarines con el número ocho plasmado en el pecho. Tal número, con tonalidad marina, se convirtió en la musa del diseñador teniendo en cuenta que todos sus conjuntos procedían de él, claro paralelismo con el símbolo infinito.
El ocho también se ha convertido en objeto de adoración para culturas milenarias como la china que impregna en dicha insignia una clara relación con el factor suerte.
Posteriormente la puesta en escena del desfile quedó inaugurada por el modelo Jon Kortajarena, dejándose llevar por la comodidad, la versatilidad y la elegancia que Suay impregnó en todos y cada uno de sus diseños totalmente vanguardistas.
Se trató de una colección eficiente y moderna, cargada de ritmo, movimiento y de un gran equilibrio energético enfocado en el hombre de negocios actual.
Se llenó la pasarela de tejidos tecnológicos mezclados con tejidos tradicionales, sin olvidar nunca la comodidad ni la tonalidad. La paleta de colores utilizada para la nueva colección fueron los blancos, la escala de grises, el azul y el negro.
Una linea totalmente armoniosa, moderna y sensual sin alejarse de la esencia ni del legado del diseñador Miquel Suay.
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